Galaxia diana valeria, Primera temporada
Episodio 3
El propio símbolo de la medicina: el caduceo, nos evoca la realidad de este canal energético del que depende nuestro equilibrio y el estado de salud.
Llamamiento a la atención
Agradecida a truthinsideofyou por esta imagen que representa el toroide que forma el campo magnético de cada uno de los componentes de la realidad.
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Viene de muy lejos
La comprensión de la existencia de la energía corporal viene de muy antiguo y en todas las culturas de las que provenimos podemos encontrar señales que nos conducen a la descripción de esta realidad.
Todos conocemos la existencia de los polos opuestos y constantemente nos estamos refiriendo a ellos: bueno/malo, calor/frío, suavidad/dureza, masculino/femenino, positivo/negativo, blanco/negro, azul/rojo, etc.
Y es que esta forma de comprender la realidad proviene de la visión del origen energético de la misma.
Vivimos en una realidad generada por dos polos
Y es que no es de otra manera: todo lo que existe, es fruto y consecuencia de la existencia de estas dos polaridades magnéticas
Los dos polos magnéticos que forman la tierra, también existen en nosotros, como integrantes suyos en el sistema solar, del que la tierra forma parte, y en el universo que incluye nuestro sistema solar y que a la vez es contenido por realidades más amplias de las que nunca solemos hablar.
Antes de ser carne, incluso antes de ser verbo — esto será mejor comprendido por quienes hayan recibido una educación católica —, hemos sido energía.
Ubicación anatómica
En su parte «sur», tiene su origen en el primer punto del meridiano VasoConcepción y en la parte norte termina en el último punto del meridiano VasoGobernador. Esto es un haz de energía que recorre el cuerpo en su parte troncal desde el periné (un punto entre el ano y la vagina, o el escroto) hasta la parte más alta de la cabeza, para volver a bajar hasta el punto inicial, y de ahí volver a subir… formando un bucle energético que sólo se detiene cuando el cuerpo deja de cumplir su propósito y la energía lo abandona.
El remolino de la Kundalini
Y si, la Kundalini es el remolino producido por los dos polos magnéticos en interacción, que al encontrarse generan esa danza en que las energías se integran, se atraen, se rechazan, y todo se mueve, y atraen la materia necesaria para formar un vehículo físico útil.
En el taoísmo es representado por el símbolo del Yin y Yang,
Que es como un corte transversal de este canal formado por la interacción de estas polaridades magnéticas. Este movimiento en el que las dos polaridades magnéticas interactúan transformándose la una en la otra y la otra en la una en un movimiento sin fin, está representado en el símbolo por las dos manchas, la negra y la blanca, que contienen una «gota» de la opuesta.
La trinidad
La filosofía védica nos cuenta que este canal energético que se arremolina en nuestro interior profundo está formado por tres haces de energía: Los Nadis, formados por las dos polaridades, Ida y Pingala, más una tercera llamada Sushumna.
Sushumna fluye entre la circulación de ambas y se representa cono una línea recta entre los serpenteantes Ida y Pingala. Es la forma en que se nos transmite la naturaleza equilibrada de este Nadi, que no es más que el encuentro de ambas poaridades en su centro de equilibrio.
Y la idea de la trinidad es igualmente transmitida por todas las tradiciones culturales que han llegado hasta nosotros: masculino, femenino y el fruto de la unión de éstos.
Gestión y procesado de la energía
Y la función de la Kundalini es la de mantener la conexión, la gestión y el procesado de la energía. Es ayudada precisamente por los chacras que, como ya te expliqué en el episodio anterior, hacen de relé ayudando a mantener el flujo y conectan tanto la energía interna de un chacra al siguiente, como la energía del entorno con la interna.
A menudo pensamos que la información es procesada por el cerebro, más no es así. Lo que es transportado por la energía, es procesado por los chacras y distribuido por los canales de la kundalini, en un proceso interactivo sin fin.
La sexualidad
Conociendo esto es fácil darnos cuenta de que la sexualidad es una manifestación de la existencia de esta energía.
Lo que llamamos energía sexual, es energía, y punto. En realidad lo que es sexual es la forma en que se expresa esa energía, muy vinculada al cuerpo, que experimenta fuertemente la atracción magnética.
Y, evidentemente, hablar de sexualidad sin tener en cuenta la realidad energética es totalmente carente de sentido, ya que la sexualidad es energética.
No hay forma de abordar la sexualidad, por ejemplo en la educación, sin contemplar la naturaleza energética de la misma. Si no lo hacemos así, estamos hablando de otra cosa, no de sexualidad.